La guerra táctica depende en gran medida de la comunicación por radiofrecuencia como medio de coordinación entre las fuerzas y sus oficiales al mando y cuarteles generales. Esto permite el intercambio de información en tiempo real, la coordinación de movimientos, proporciona orientación estratégica, inteligencia y apoyo en la toma de decisiones críticas a las fuerzas involucradas en combate.
Manteniendo conexiones fiables y seguras con el centro de mando, las fuerzas pueden mantenerse conectadas, adaptarse a las circunstancias cambiantes y responder rápidamente a las amenazas emergentes. Por lo tanto, interferir las comunicaciones juega un papel vital en el control de acciones ofensivas, actividades hostiles e incluso en la prevención de ataques terroristas, donde dispositivos como radios punto a punto, teléfonos móviles y otras herramientas de comunicación se emplean con frecuencia.
Controlar el espectro de radiofrecuencia en tiempo real tiene una importancia operativa significativa en la guerra táctica y proporciona una ventaja sustancial en el campo de batalla.
Como pionero en el campo de la interferencia de comunicaciones, el sistema Woodpecker Light de Netline fue diseñado para negar los canales de comunicación del enemigo al controlar el espectro, impidiendo que los adversarios coordinen sus actividades de manera efectiva y perturbando sus estructuras de mando.
El sistema Woodpecker Light se integra en la plataforma mini-UAV del cliente, permitiéndole interferir bandas de frecuencia según las necesidades operativas. Siendo un sistema aéreo, el Woodpecker permite la interferencia de comunicaciones por encima y dentro del territorio enemigo en zonas de conflicto.